Muchas personas buscan recetas mágicas para hacer crecer su negocio. Tal cosa no existe, pero sí existe una prescripción para NO hacerlo crecer: asegúrate de no tener un plan y de seguir haciendo lo mismo.

Te aseguro que si utilizas estos dos ingredientes, tienes resguardado el estancamiento. Suena obvio, pero es enorme la cantidad de personas que combinan estos dos ingredientes a la perfección. De hecho, yo era una de esas personas. Durante casi un año, mi negocio no pasaba del mismo nivel. Me esforzaba, me capacitaba, daba cada vez más presentaciones, ayudaba a mis downlines a darle seguimiento a sus invitados y…nulo.

Analizando en retrospectiva esa etapa, me doy cuenta que estaba cumpliendo la prescripción a la perfección: no tenía claro a donde quería conservarse y me esforzaba por hacer más de las cosas que me tenían estancado en ese nivel. Pensando en una semejanza, era como estar atrapado en un pozo y seguir cavando más profundo.

La importancia de las metas

Si te preguntara en este momento cuando vas a alcanzar la posterior calificación en tu negocio, me contestarías sin dudarlo? Si tu respuesta es sí, felicidades. Ahora espero que tengas un muy buen plan para alcanzar ese objetivo. Si tu respuesta es no, ya tienes por donde comenzar a realizar cambios. Recuerda esto: si no tienes claro a donde quieres conservarse, no necesitas hacer nulo, ya llegaste.

El primer paso es tener claro cuándo y a dónde queremos conservarse. Una vez que tenemos esto claro, el posterior paso es crear un plan de bono lo más detallado posible. Para ello, quiero compartir contigo una logística muy simple:

  • Toma una hoja de papel y traza un trayecto por la medio. En el extremo derecho coloca tu objetivo y la época en la que quieres cumplirlo. En el extremo izquierdo coloca la época de hoy. Una vez que lo hayas hecho, comienza a delimitar que se requiere para que alcances tu objetivo.
  • Toma otra hoja de papel y anota que acciones requieres tomar mensualmente. Una vez que las tengas claras, define que necesitarías hacer semanalmente y anótalo en tu trayecto de tiempo en otra u otras hojas.
  • Finalmente, define las acciones requeridas por día, comenzando hoy. Si unes todas las hojas, ahora sí tienes un plan de bono. Y si pones atención, te darás cuenta de que respondiste a las preguntas “¿Cuándo?”, “¿Dónde?” y “Qué?”. El “¿Cómo?” se dará como resultado del plan, por sí solo.

La ruta del cambio

El segundo ingrediente de la prescripción para el fracaso a veces es más difícil de identificar, porque somos seres de hábitos y nos acostumbramos de forma relativamente rápida a hacer las cosas de una forma determinada, dando por hecho que es la única, la mejor o la más adecuada. Para identificar y modificar que hábitos o acciones no te son de utilidad para alcanzar un resultado, realiza el posterior control:

  • Toma una hoja de papel y traza una trayecto derecho para dividirla por la mita. Del banda izquierdo anota todas las actividades y hábitos que consideras bártulos para el crecimiento de tu negocio (aquellos que no consideres bártulos ya deberías haberlos modificado a estas cielo). Identifica cuales de estos hábitos y actividades son replicadas por las personas de tu red.
  • Una vez que tengas la tira completa, analiza en qué dominio de tu negocio te han ayudado esos hábitos. Si verdaderamente te son bártulos, los resultados de esa dominio de tu negocio serán sobresalientes o simplemente buenos. Si no lo son, el resultado te lo hará notar.

La finalidad de este control es ponerte de frente a lo que verdaderamente cuenta, que son tus resultados. La dialéctica detrás de ello es muy simple: si lo que estás haciendo en este momento es muy bueno, no estarías estancado.

Para comenzar un cambio auténtico, en la columna de la derecha anota en el caso de todos los hábitos y actividades que no te dan resultados excelentes como podrías mejorarlos. Por ejemplo: puedes acontecer considerado que tus reuniones semanales son muy bártulos para el crecimiento de tu negocio, pero al analizar los resultados viste que en efectividad no te han ayudado a crecer. Una opción sería anotar en la columna de la derecha “cambiar el formato de las reuniones semanales” o “utilizar videoconferencias por internet”.

Como ves, siempre se negociación de poner atención a los aspectos más simples de tu negocio, que son los controlados por tus creencias, tus hábitos y tu resistor a avanzar con destino a un nuevo nivel de resultados.

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